El Pan de Oro y la vuelta al diseño «Vintage»

19 junio, 2019

Se conoce como pan de oro a una lámina muy fina de oro batido, usado tradicionalmente para decoración por medio del dorado sobre la superficie de diferentes objetos artísticos o elementos arquitectónicos. Este tipo de acabados se pueden ver en marcos de cuadros, imaginería, etc. Además de las hojas de oro también existen de plata, cobre o aluminio, dependiendo de cómo se quiera el acabado final de la técnica del dorado: en dorado, plateado o azulado.

Se presenta en librillos de unas 20 hojas, separadas por papel de seda y de una medida de 5 x 5 u 8 x 8 cm. Las láminas de pan de oro son extremadamente finas, y se obtienen a través del martillado de planchas de oro, o mediante la presión constante por medio de rodillos. Antiguamente, los orfebres dedicados a su fabricación, colocaban las planchas entre membranas de animales y las reducían con golpes de martillo hasta obtener finas laminas de unas 6 micras de espesor.

Se distinguen dos tipos de pan de oro:

El llamado “oro fino”, oro auténtico de 22 quilates en láminas de 5x5 u 8x8cm. La lámina de “pan de oro fino” se corta encima de una almohadilla de gamuza fina. El corte se realiza con un cuchillo especial de dorador de hoja ancha que sirve a la vez de pala para recoger el oro desde el librillo hasta la almohadilla; una vez cortado el oro a la medida deseada, se coge y traslada al objeto a dorar, por medio de un pincel plano de pelos de marta, pony o similar, llamado polonesa, paletina ancha pero con pocos filamentos que nos servirá para ir adaptándola al objeto a dorar y que evita su disgregación al ir aplicándola sobre él.

 

El denominado “oro falso” que se presenta en láminas de 14x14cm, con un grosor mayor y que aunque el aspecto es muy parecido se compone de una aleación de cobre, estaño o zinc.​ Al ser más grueso es mucho más fácil de trabajar, pudiendo manipularse y colocarse con las manos, previamente enguantadas con látex o neopreno. A diferencia del oro fino, estas láminas tienden a sufrir los efectos de la corrosión de los metales que la componen, los cuales crean pátinas y óxidos de diversos tonos diferentes al dorado. Para evitar estos efectos, hace falta darle un acabado con un barniz transparente que lo aísle de la humedad, en esta caso se suele utilizar goma laca transparente.

La técnica del pan de oro “al agua”, ha de ser sobre una superficie preparada con una capa de yeso y cola de conejo; sobre esta primera bien lijada, se cubre con otras seis o siete capas de bol de Armenia, de color rojizo,​ molido muy fino mezclado con cola de pescado, que se ha de pulir con un paño de algodón hasta conseguir una superficie totalmente lisa sin ninguna imperfección. Es entonces cuando se pueden ir aplicando las láminas de oro sobre una zona previamente humedecida con agua con un pincel y finalmente ha de bruñirse con una piedra de ágata para conseguir el brillo al oro. Esta operación ha de hacerse cuando el oro aún no esté totalmente seco.

Puede realizarse otra técnica denominada “mordiente”: Se usa con la imprimación de una capa del adhesivo llamado mixtión, aplicado a brocha o pincel.​ Una vez aplicado este adhesivo, se ha de esperar a que adquiera el grado de sequedad justo para poder aplicar las hojas de pan de oro, este punto se sabe cuando poniendo la yema del dedo no queda ésta grabada sobre la imprimación.​

En función del tipo de material que se u​tilice para la técnica del dorado, oro, plata o cobre, la base sobre la que se aplica deberá estar previamente imprimada con un color especifico de pintura; así es, el color rojo carruajes es el adecuado para el dorado con oro, autentico o no; el azul para la plata y el verde para el cobre.

Finalmente, se puede envejecer y oscurecer con pátinas o betún de Judea y pulir con cera, pero previamente a la protección con la goma laca, no aplicándose esta ultima si se pule con cera ya que cierra el poro y no se adhiere.

En CCG SolutionS - Casas Con Gusto ® dentro de nuestra nueva línea de diseño, estamos introduciendo esta técnica en combinación con la del oxidado del hierro, creando nuevos elementos que incorporen formas así tratadas, aportando ese matiz de antigüedad a los elementos de naturaleza “vintage-industrial”.

Las formas circulares, planas lineales y poligonales introducen carácter propio a nuestras creaciones. La diversidad de acabados, finos o rugosos, amplían la percepción que se tiene sobre cada elemento, haciéndonos creer que los materiales que componen cada creación poseen una antigüedad distinta. Esto es lo que hace que nuestros diseños se distingan y aporten un toque personal en su nueva casa.

Una respuesta a “El Pan de Oro y la vuelta al diseño «Vintage»”

  1. casascon_usuario dice:

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